jueves, 5 de abril de 2012

Puntos a favor y en contra de la eutanasia

                  Puntos a favor de la eutanasia


La vida es el valor esencial y debe ser protegida por el Estado con todos los medios posibles, pero no podemos dejar de lado la parte humana del tema y ser honestos al señalar que la muerte debe ser lo menos traumática y dolorosa posible y esta alternativa ofrece la eutanasia, la cual dista de ser un crimen, sus motivos son de misericordia tanto para el que sufre como para aquellos que lo rodean.
Para apoyar la eutanasia es necesario realizar un análisis profundo y reflexivo al respecto, sin dejarse influir por las concepciones morales y religiosas que cada uno de nosotros posee, lo cual es sin duda difícil, pero consideramos que al existir un derecho a la vida y todo cuanto ello implica, la dignidad y libertad de la persona humana, es también imprescindible que exista un derecho a morir dignamente y esto se traduce en la eutanasia positiva, que es una salida válida para un enfermo terminal que ya no desea sufrir más, es una decisión íntima y personal, que sólo corresponde tomar a la persona en cuestión.
Además al prolongar artificialmente la existencia de una persona, a cualquier costo:
¿Estamos hablando realmente de vida o sólo de una existencia biológica?
No debemos olvidar, como antes señalábamos los motivos humanitarios frente al sufrimiento innecesario de un enfermo terminal solo se alarga su agonía y no su vida.
Existen varios casos como el de un enfermero el cual relata:
“Como enfermero, me ha tocado ver morir a mucha gente, a demasiada, y muchas de ellas han muerto más tarde de la cuenta, de una forma indigna, enchufada a maquinas y sufriendo
Cuando le practicas la eutanasia a un enfermo terminal, no estás siendo su asesino, estas siendo su último amigo.”
Alargar la vida a todo costo no es un buen acto siempre, muchas veces supone algo llamado "encarnizamiento terapéutico", aparte de acarrear un sufrimiento de más a alguien cuya existencia por desgracia no tiene solución.
El moralista McCormick en un artículo escrito en 1981 suavizó su posición referente a la legislación sobre “Esta es mi Voluntad” porque un impresionante número de médicos, abogados y legisladores siguen creyendo que la afirmación de una persona no es válida sin el respaldo de una ley.
 Soy de parecer que las principales objeciones contra la legislación a cerca del derecho a morir está todavía en pie. El propósito de tal legislación, afirma el derecho natural de un paciente terminal a morir en paz, es recomendable y moralmente justa. Con todo, este objetivo no se alcanza con facilidad, porque las leyes exigen un documento legal, una voluntad expresa, antes de que se tome la decisión de no aplicar las técnicas para mantener la vida”
Para concluir no debe intentarse prolongar la vida cuando ésta no se pueda vivir, haciendo del paciente no un ser humano, sino un caso clínico interesante (como ocurre en los hospitales universitarios actualmente).

         
 Puntos en contra de la eutanasia


Es imposible concebir que en nuestro país se acepte una práctica que atente contra la vida, del modo en que se vea la eutanasia en cualquiera de sus formas es un asesinato, aún cuando se escude en razones de índole humanitarias.
El derecho a la vida contemplado en el artículo 19 n°1 es base de nuestro ordenamiento jurídico y el Estado, que se encuentra al servicio de la persona humana no puede ni debe permitir la aplicación de este atentado contra la vida, la cual debe proteger y no brindar los medios para acabar con ella.
No podemos obviar que todas las religiones rechazan la práctica de la eutanasia, siendo la religión católica el más acérrimo enemigo de la eutanasia, dado que Dios nos entrega la vida y sólo Él puede determinar en que momento acaba, sin intervenir el hombre del modo en que sea.
La práctica de la eutanasia contraviene todos los principios éticos y morales que sustentan nuestra sociedad, atenta contra los valores religiosos en los cuales se ha sostenido durante siglos la Iglesia Católica.
El Comité Permanente de Médicos Europeos anima a todos los médicos a no participar en la eutanasia, aunque sea legal en su país, o esté despenalizada en determinadas circunstancias.
La Organización Médica Colegial de España considera que «la petición individual de la eutanasia o el suicidio asistido deben ser considerados generalmente como una demanda de mayor atención pudiendo hacer que desaparezca esta petición aplicando los principios y la práctica de unos cuidados paliativos de calidad».En el caso de los Países Bajos, uno de los primeros países en despenalizar al médico que practique la eutanasia, el estudio Remmelink reveló que en más de mil casos el médico admitió haber causado o acelerado la muerte del paciente sin que éste lo pidiera, por razones variadas, desde la imposibilidad de tratar el dolor, la falta de calidad de vida o por el hecho de que tardara en morir.
La postura de las iglesias cristianas en tanto, a nivel mundial, es mayoritariamente contraria a la eutanasia y al suicidio asistido: es el caso de la Iglesia Católica Romana y de las Iglesias evangélicas y pentecostales. La postura del actual papa Benedicto XVI quedó explícitamente recogida en una carta (de 2004) a varios eclesiásticos estadounidenses.
No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia. Los argumentos en contra inciden en la “inviolabilidad” de la vida humana, la defensa de su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la eutanasia.
La Asociación Médica Mundial considera contrarios a la ética y condena tanto el suicidio con ayuda médica como la eutanasia. En cambio recomienda los cuidados paliativos.
La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad.

Declaración sobre la Eutanasia adoptada por la 38ª Asamblea Médica Mundial
Madrid (España), octubre de 1987

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